Amnistía Internacional alerta sobre aumento de ejecuciones: 1.634 en 2024

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LONDRES.- La ONG Amnistía Internacional advirtió que el número de ejecuciones relacionadas con delitos de tráfico de drogas ha aumentado, lo que representa una "violación de los derechos humanos".

La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, señaló que esta práctica supone un "crimen abominable que no tiene cabida en el mundo actual". Agregó que pese al secretismo que rodea el escrutinio en algunos países, "es evidente que los Estados que mantienen la pena de muerte son una minoría aislada".

En su informe "condenas a muerte y ejecuciones 2024", Amnistía Internacional dijo que durante el año pasado se registraron 1.634 ejecuciones, la mayoría de ellas en países de Oriente Próximo. En el análisis, difundido el lunes 7 de abril, se apuntó que Arabia Saudí, Irak e Irán concentran 1.380 ejecuciones y 91 por ciento de los casos. La mayoría de estas ejecuciones se aplican por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes y el terrorismo.

1.518 personas fueron sometidas a la pena capital en 15 países a lo largo de 2024. La organización destacó que existen dificultades para obtener información en países como China, Corea del Norte o Vietnam.

Amnistía Internacional expresó que China sigue siendo el país con mayor tasa de ejecuciones y se estima que a lo largo de 2024 se registraron miles en ese país. El informe revela que allí las ejecuciones representan un "secreto de Estado". Bielorrusia es el único país de Europa que hace uso de la pena capital, mientras que Rusia y Tayikistán han mantenido sus moratorias.

Países como Bangladesh, Bielorrusia, Corea del Sur, Estados Unidos, Etiopía, India, Indonesia, Irak (incluida la región (incluida la región del Kurdistán), Japón, Kenia, Kuwait, Malasia, Maldivas, Nigeria, Pakistán, Taiwán, Trinidad y Tobago y Vietnam han registrado conmutaciones o indultos. Estados Unidos, Japón y Malasia han exonerado a algunos condenados.

Métodos para la pena de muerte

Según el informe de Amnistía Internacional, los métodos empleados para la pena de muerte van desde la decapitación (en Arabia Saudí) hasta la asfixia con gas nitrógeno (Estados Unidos); así como el ahorcamiento (Egipto, Irak, Irán, Kuwait, Singapur y Siria), la inyección letal (China, Estados Unidos, Vietnam) y armas de fuego (Aganistán, China, Corea del Norte, Omán, Somalia y Yemen).

La ONG dijo que algunos dirigentes utilizan la pena de muerte "con el falso pretexto de mejorar la seguridad pública o para infundir miedo entre la población".

En Estados Unidos, que ha experimentado un constante tendencia al alza de las ejecuciones desde el final de la pandemia de COVID-19, se ejecutó a 25 personas en 2024.

Contra la disidencia

En algunos países de Oriente Próximo, las condenas a muerte han sido utilizadas para "silenciar a defensores y defensoras de los derechos humanos, a disidentes, manifestantes, oponentes políticos y minorías étnicas".

La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, apuntó: "Quienes se atreven a cuestionar a las autoridades se exponen al más cruel de los castigos, especialmente en Irán y Arabia Saudí, donde la pena de muerte se usa para silenciar a quienes son lo bastante valientes para alzar la voz".

El informe resaltó el uso por parte de las autoridades iraníes de la pena de muerte para castigar a personas que habían desafiado al poder establecido durante las protestas.

FUENTE: Con información de Europa Press

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