
Camila Romano presentó su colección Fall Winter 2025, una propuesta que unió dos mundos de la alta costura: novias y fiesta.
El evento, que tuvo lugar en el exclusivo espacio de Martí, fue cuidadosamente ambientado por Marisa Tenguerian y reflejó el compromiso de Romano con una moda que destaca por su calidad artesanal, por ser atemporal y por reinterpretar lo clásico con un enfoque contemporáneo.

La línea de fiesta se distinguió por una paleta de colores que incluyó grises, plateados y tonos metalizados, con texturas innovadoras y acabados que incorporaban detalles como escamas.

Las prendas presentaron siluetas sencillas, drapeados y un trabajo meticuloso en los volúmenes, que otorgaron a la colección una elegancia moderna y sofisticada.

Cada pieza destacó por su terminación artesanal, poniendo de manifiesto la atención de Romano en los detalles y en la calidad de los materiales. La diseñadora apostó por una estética minimalista, donde la simplicidad de las formas se unió con la riqueza de los acabados.

Por otro lado, la línea de novias ofreció una visión fresca, joven y femenina, con elementos clásicos fusionados con detalles renovados.
Las faldas voluminosas ballgown, las plumas, los encajes y los bordados fueron algunos de los elementos que se destacaron en los vestidos, que mostraron una paleta de colores que iba desde el blanco absoluto hasta tonos naturales y suaves.

Los accesorios, cuidadosamente seleccionados, realzaron el carácter artesanal de cada prenda, aportando un toque único a cada diseño.

Las líneas puras y modernas de los vestidos reflejaron una estética contemporánea sin perder la esencia de la alta costura tradicional.
Ambas colecciones, de fiesta y novias, se complementaron a la perfección en una propuesta rica en moldería y texturas. Cada pieza fue concebida como resultado de un proceso artesanal meticuloso, en el que Romano celebró la autenticidad y la individualidad de las mujeres.

Las prendas no solo estaban pensadas para acompañar momentos especiales, sino para reflejar el trabajo artesanal y la pasión por el diseño hecho a mano, que son los pilares de la marca.

En sus propias palabras, la diseñadora destacó la importancia de que sus creaciones cuenten historias y se adapten al estilo y la personalidad de las mujeres que las eligen.

“Mi mayor satisfacción es ver cómo cada prenda cobra vida en las mujeres que la eligen, adaptándose a su estilo, su personalidad y sus deseos. La alta costura es mi forma de celebrar la autenticidad y la diversidad, un trabajo de dedicación y amor pensado para mujeres reales”, afirmó Romano, resaltando el proceso creativo que da vida a cada vestido.

Romano también habló de los desafíos de crear moda en Argentina, donde las necesidades de las clientas, que buscan tanto soluciones prácticas como diseños exclusivos, influyen en su proceso de creación.
En respuesta la diseñadora presentó una selección de vestidos ready to wear, tanto de novia como de noche, que buscan ofrecer soluciones accesibles sin sacrificar el estilo ni la calidad que la caracterizan. Esta línea integró la tradición artesanal con la innovación, logrando un equilibrio entre la autenticidad de su marca y las tendencias globales, lo que demuestra su capacidad para adaptarse a los tiempos sin perder su esencia.

Con esta colección, Camila Romano consolidó aún más su lugar en el mundo de la alta costura, ofreciendo diseños que celebran la diversidad y la individualidad de las mujeres. Su compromiso con la excelencia artesanal y la reinterpretación de lo clásico en una clave contemporánea sigue siendo el sello distintivo de su trabajo, una propuesta que reafirma su visión y liderazgo en la industria de la moda.