“No me interesaba la atención. Era abrumador ser tan joven y que te hicieran preguntas locas y te examinaran”, confesó Alicia Silverstone en una entrevista para el pódcast Armchair Expert. Reconocida por su papel en “Clueless” (“Ni idea”), la actriz estadounidense transformó la visión de su vida y carrera.
A 30 años del estreno de la comedia adolescente, compartió cómo el peso de la fama y la presión mediática la llevaron a replantear sus prioridades, alejándose de los grandes estudios para dedicarse al activismo medioambiental y la defensa de los derechos animales, y optando por proyectos independientes que le devuelven sentido a su vocación artística.
Durante la conversación con Dax Shepard y Monica Padman, abordó el contraste entre la imagen pública que la catapultó a la fama en los años 90 y su verdadera personalidad. Además recordó la presión que sintió tras el éxito de “Ni idea” y su exposición en los videoclips de Aerosmith.

La actriz relató cómo, desde muy joven, se sintió incómoda con el foco mediático y el acoso de la prensa, que llegó a extremos como ser perseguida y hostigada en aeropuertos, o ver su físico analizado en portadas de revistas cuando apenas tenía 18 años. Sobre esto, reconoció: “Era brutal, pero intentaba mantenerlo en perspectiva. Sabía que había problemas más graves en el mundo, pero no deja de ser una experiencia dura”.
Ese desencanto con la industria y la fama la empujó a buscar un propósito más allá de los reflectores. Silverstone relató en Armchair Expert cómo, tras sus primeros éxitos, se volcó de lleno en el activismo. “Fui a Perú con Woody Harrelson para salvar la selva amazónica. Fui a África para ayudar a los elefantes. Me metí de lleno en todo lo social y medioambiental”, comentó.

Su compromiso la llevó a participar en documentales, a viajar por el mundo y a convertirse en una voz activa en la defensa de los animales y la alimentación basada en plantas. Publicó libros como The Kind Diet y Kind Mama, donde volcó su experiencia personal y los fundamentos científicos que la convencieron de los beneficios de una dieta vegana, tanto para la salud como para el planeta.
Ante los fundamentos que influenciaron su decisión, explicó: “Todo cambió en mi salud: mi piel, mis alergias, mi energía. Y descubrí que esta elección podía impactar en el bienestar animal, el medio ambiente y la lucha contra el hambre”.
Su giro hacia el activismo no fue bien recibido en los círculos de Hollywood. “A nadie le gustaba que me dedicara al activismo. No era lo que esperaban de mí”, recordó Silverstone en el pódcast.
La actriz relató cómo, en sus primeras apariciones en programas de televisión, intentaba aprovechar el espacio para hablar de causas sociales, pero se topaba con la incomprensión o el rechazo de la industria y el público, que esperaban de ella consejos de moda o anécdotas sobre “Ni idea”. Con respecto a ello, admitió: “Al principio pensé que podía usar la prensa para hablar de estos temas, pero luego entendí que nadie quería escucharlo”.
A pesar de las dificultades, encontró en el teatro y el cine independiente un refugio y una forma de reconectar con su pasión por la interpretación. Tras alejarse de los grandes estudios, se dedicó a proyectos más pequeños y selectos, tanto en Estados Unidos como en el extranjero.
“El teatro me devolvió el amor por la actuación. Me permitió trabajar con artistas que admiro y recuperar el sentido de mi vocación”, relató. Su regreso a la pantalla incluye títulos recientes como la serie Irish Blood, estrenada en Acorn TV, el filme “Begonia” junto a Emma Stone y Jesse Plemons, y el thriller “Pretty Thing”, todos ellos alejados del circuito comercial que la hizo famosa.

Silverstone expresó su deseo de que el público y la prensa reconozcan su trabajo más allá de “Ni idea”, aunque no reniega del cariño que la gente le demuestra por ese papel. A propósito, afirmó: “Me encanta que la gente recuerde a Cher, pero también quiero que se hable de los proyectos en los que he puesto tanto esfuerzo”.
La actriz subrayó que, aunque la fama le abrió puertas, la verdadera satisfacción le llega de su impacto como activista y autora. “Nada es más bonito que alguien que me dice que mi libro le cambió la vida”, compartió, al relatar cómo mujeres se le acercan para agradecerle por haberlas ayudado a mejorar su salud o cumplir el sueño de ser madres.
Luego de tres décadas de su consagración como ícono pop, Alicia Silverstone se muestra como una artista que supo reinventarse, guiada por la autenticidad y el compromiso social. Para ella, el mayor sentido de su carrera está alejado de los aplausos y galardones de Hollywood.