
La incertidumbre sobre el futuro de Mauro Icardi en el Galatasaray ha captado la atención del fútbol internacional. El delantero argentino, cuyo contrato con el club turco finaliza al término de la temporada, ha manifestado su deseo de continuar en Estambul y está dispuesto a aceptar una reducción significativa de su salario para facilitar la renovación, según informó Hurriyet. Mientras tanto, desde Turquía reportan que varios clubes americanos comenzaron a explorar la posibilidad de incorporarlo a sus filas.
Actualmente, el atacante, de 32 años, espera una decisión por parte de la directiva del Galatasaray. El presidente del club, Dursun Özbek, ha declarado que considera prematuro abordar la cuestión de un nuevo contrato y ha señalado que la determinación final dependerá también del informe que el cuerpo técnico presente sobre el rendimiento del jugador. El propio Icardi ha transmitido a la dirigencia su intención de permanecer en el equipo y solicitó un acuerdo de al menos dos años de duración, tal como en su momento había anticipado el diario Bild de Alemania.
En el marco de las negociaciones, el goleador ha propuesto una rebaja sustancial de su salario anual garantizado. Según datos recogidos por Hurriyet, Icardi, quien percibe actualmente 11.5 millones de dólares por temporada, estaría dispuesto a firmar un nuevo contrato por USD 7 millones anuales, renunciando además a los pagos adicionales contemplados en su acuerdo vigente. Esta disposición busca allanar el camino para su continuidad en el club, aunque la directiva aún no ha dado una respuesta definitiva.
El interés por el futuro de Icardi no se limita a Turquía. Clubes de Sudamérica habrían comenzado a moverse para intentar repatriar al delantero. De acuerdo con Hurriyet, el Club América de México, Peñarol de Uruguay y Estudiantes de Argentina ya han contactado al representante del futbolista para conocer las condiciones de un posible traspaso al finalizar la temporada. El medio turno señala que, en particular, el club que preside Juan Sebastián Verón estaría preparando una oferta económicamente atractiva, con la intención de convencer al jugador de regresar a su país natal. Vale recordar que sus hijos residen en el país tras su separación de la modelo y conductora Wanda Nara.
Desde su llegada al Galatasaray en la temporada 2022-2023, Icardi ha contribuido a la obtención de cinco títulos: tres campeonatos de la Superliga, una Copa de Turquía y una Supercopa. Acumula 66 conquistas y 22 asistencias en 96 partidos, Su desempeño en el campo y su capacidad goleadora lo han consolidado como una de las figuras más importantes del equipo -es el capitán tras heredar la cinta del arquero Fernando Muslera-, lo que explica el interés tanto de la directiva en evaluar su continuidad como de otros clubes en sumarlo a sus planteles.
A comienzos de octubre, el delantero y su pareja, la actriz China Suárez, se mudaron a una villa de lujo en Arnavutköy, una de las zonas más exclusivas de la ciudad. La residencia, con vistas privilegiadas al Bósforo, tiene un alquiler mensual de USD 25.000 (unos EUR 23.200), según detalló Hurriyet. Este traslado, desde el barrio de Kemerburgaz a las colinas de Arnavutköy, responde a un deseo personal del futbolista, quien aspiraba desde hace tiempo a vivir junto al Bósforo. La elección de este nuevo hogar no solo refleja el alto estatus de Icardi, sino que también refuerza su vínculo con la ciudad y el club. Y fue tomado como un guiño hacia su continuidad.
La mudanza a una de las áreas más codiciadas de Estambul ha tenido un impacto en la percepción pública del jugador. Para muchos aficionados, la decisión de establecerse en una zona emblemática de la ciudad es una muestra del compromiso de Icardi con el Galatasaray y con la comunidad local. ¿Su futuro seguirá estando en Turquía?