
*Grupo INECO es una organización dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales. A través de su Fundación INECO, investiga el cerebro humano.
Habitualmente, cuando se habla de adicciones, se suele pensar en las adicciones a sustancias psicoactivas, como al alcohol o alguna droga. Sin embargo, al hablar de adicciones no se deben dejar pasar en alto a las adicciones comportamentales.
Los cánones sociales actuales, de búsqueda de placer inmediato y de evitación del malestar, sumados a los avances tecnológicos que permiten recortar las distancias a distintas fuentes de recompensa, generan un terreno propicio para el desarrollo y aumento de las adicciones comportamentales. Hoy en día se tiene al alcance de nuestras manos, a través de un click, innumerables fuentes de recompensa y placer, que algunas son potencialmente problemáticas.
“Cualquier conducta que produzca liberación de placer, tiene el potencial de volverse adictiva, dependiendo la cantidad de tiempo y dinero invertidos en la conducta, su frecuencia de realización, y el impacto negativo que genere en las distintas áreas de la vida, como los dominios personales, familiares, sociales y académicos/laborales”, sostiene el licenciado Matías Sanchez Sanda, miembro del equipo de Psicoterapia de INECO.

Existen diferentes adicciones comportamentales, como el juego patológico, las “tecnoadicciones” (Adicción al celular y al internet), adicción al trabajo, al sexo, o a las compras.
El “juego patológico” se encuentra dentro de los trastornos adictivos comportamentales. En los últimos años, se ha observado un incremento en la prevalencia de la adicción al juego. Este fenómeno puede entenderse en parte por la mayor exposición a estímulos relacionados con el juego, impulsada por la creciente promoción de las plataformas de apuestas en línea y los juegos de azar. Además, el contexto social actual, marcado por una cultura que favorece la búsqueda inmediata de placer en el momento presente, facilita que las conductas adictivas se propaguen y se consoliden.
Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) el trastorno de juego patológico se caracteriza por los siguientes síntomas: patrón de juego problemático persistente y recurrente; la necesidad de apostar cantidades de dinero cada vez mayores para conseguir la excitación deseada; estar nervioso o irritado cuando se intenta reducir o abandonar el juego; tener a menudo la mente ocupada en las apuestas, después de perder dinero en las apuestas; volver otro día para intentar ganar (“recuperar” las perdidas), mentir para ocultar su grado de implicación en el juego, y poner en peligro o perder una relación importante, un empleo o una carrera académica o profesional a causa del juego.

Se recomienda prestar atención a las siguientes señales de alerta:
1.La pérdida de control sobre las conductas: Las personas que tienen una adicción a las apuestas pierden el control sobre la conducta de apostar, como de otras conductas asociadas que mantienen el problema.
2.Aparición de distorsiones cognitivas: Las distorsiones cognitivas tienen un papel central en el juego patológico. Existen diferentes creencias erróneas como:
- Distorsión del jugador: Es la creencia de que cuanto más se pierde en una apuesta, más chances de ganar hay en la siguiente
- Distorsión del talento: Es la creencia que tienen muchos jugadores sobre tener un sistema infalible para juegos, en los que participa el azar.
- Distorsión de los resultados: Los jugadores tienden a registrar y recordar más los resultados positivos que los negativos.
- Ilusión de control: La persona tiene la creencia de poder controlar su conducta, cuando en realidad no lo tiene.

3.Aumento del dinero y tiempo perdido: A medida que la persona realiza repetidamente la conducta de apostar, el monto económico va aumentando. Muchas veces se da para recuperar lo perdido, y muchas otras para perseguir el mismo placer que tuvo al inicio de su camino en la conducta adictiva.
4.Problemas interpersonales: A medida que se desarrolla la conducta adictiva, las personas pueden perder o dañar vínculos interpersonales, a raíz de las mentiras en relación a las apuestas, a pedir dinero prestado, al no cumplir con obligaciones.
5.Pérdida de placer: Las personas pueden experimentar anhedonia, que es la perdida de placer por las actividades que previamente nos gustaban realizar.
6.Aparición de otros síntomas psiquiátricos: La pérdida de control sobre las conductas de apuestas, más los problemas resultantes (pérdida de dinero, de trabajo, de relaciones interpersonales) pueden desencadenar otros síntomas y diagnósticos psiquiátricos, como trastornos de ansiedad o trastornos anímicos.

En la actualidad todas las personas cuentan con la compañía de celulares o de otros dispositivos tecnológicos a lo largo del día. Ellos tienen una gran utilidad para ayudar a completar diferentes tareas del día a día. Sin embargo, al mismo tiempo genera un desafío el utilizarlos de una manera sana o no problemática. Investigaciones han encontrado que a partir de utilizar el teléfono durante 5 horas en un día es un uso problemático.
Se pueden definir a las tecnoadicciones como un patrón de uso problemático del celular o del internet, en el cual se da un tiempo excesivo de consumo, interfiriendo con otras actividades. Las personas afectadas además de experimentar dificultad para controlar la conducta, puede presentar los siguientes síntomas:
- Mentir sobre la cantidad de tiempo conectado al internet o usando el celular
- Pensar constantemente en el celular o el contenido que consume digitalmente
- Irritabilidad al no poder conectarse o al tener dificultad para hacerlo
- Privarse del sueño para estar conectado o usando el celular
- Dificultad para reducir el uso del celular o internet.
- Interrumpir otras actividades sociales, académicas o recreacionales
- Euforia excesiva al utilizar el celular o conectarse a internet
- La aparición de síntomas anímicos o de ansiedad

El cerebro de los adolescentes presenta mayor sensibilidad a las recompensas, mayores dificultades a la hora del control impulsos, de la regulación emocional y menor percepción de riesgo. Esto los hace más propensos a ponerse en situaciones riesgosas, en relación a consumos problemáticos de sustancias y de conductas. Por este motivo es que son población en riesgo para desarrollar conductas adictivas.
Los juegos de azar y las apuestas son tipos de juegos que son potencialmente adictivos por su mecanismo de recompensas intermitentes. Uno de los grandes problemas de las apuestas en los adolescentes, es la falta de conocimiento de cómo funcionan las mismas y los potenciales riesgos y efecto negativos de ellas. Es importante trasmitir a los adolescentes los peligros y consecuencias de las apuestas y juegos de azar y explicarles lo siguiente:
- El juego no es una forma de ganar dinero.
- El juego se ve afectado por el azar, no por destrezas o competencias de uno.
- No se puede predecir el resultado.
- El juego puede volverse adictivo, al igual que las drogas y el alcohol.






Es importante tratar las adicciones con la misma seriedad que cualquier otra problemática de salud mental. El impacto en la calidad de vida puede ser profundo si no se aborda a tiempo.