
Los ciudadanos canadienses que planeen permanecer en Estados Unidos por más de 30 días deberán cumplir con un nuevo requisito a partir del 11 de abril de 2025: registrarse ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
Esta medida forma parte de un cambio en las políticas migratorias estadounidenses, cuyo objetivo es reforzar el monitoreo de las estancias prolongadas en el país. Este nuevo procedimiento se suma a un contexto de mayor escrutinio en las fronteras, que ha llevado a expertos en inmigración a recomendar precauciones adicionales para proteger la privacidad de los viajeros.
De acuerdo con Travel and Tour World, los abogados de inmigración en Canadá han comenzado a sugerir que los viajeros utilicen teléfonos desechables, también conocidos como “quemadores”, en lugar de sus dispositivos personales al cruzar la frontera hacia Estados Unidos.
Los teléfonos desechables, también conocidos burner phones, son dispositivos móviles de bajo costo que pueden utilizarse sin necesidad de estar vinculados a una identidad específica. Se caracterizan por ser modelos básicos, generalmente adquiridos con efectivo y sin contrato, lo que permite al usuario mantenerse en el anonimato.
Este tipo de teléfonos se usa por un tiempo limitado y luego se descarta, de ahí su nombre. Su principal ventaja es que no requieren registro de datos personales al momento de la compra, lo cual los diferencia de los teléfonos tradicionales que suelen estar conectados a planes pospago, cuentas bancarias o direcciones de correo electrónico.

Esta recomendación responde a la amplia autoridad que tienen los agentes de aduanas estadounidenses para inspeccionar dispositivos electrónicos, revisar la actividad en redes sociales y copiar datos almacenados en los teléfonos, todo ello sin necesidad de obtener el consentimiento del propietario.
El nuevo requisito de registro obligatorio afectará a los ciudadanos canadienses mayores de 14 años que no hayan completado previamente un control biométrico, como la toma de huellas dactilares, durante el trámite de una visa estadounidense.
Según detalló Travel and Tour World, aquellos que ingresan al país bajo ciertas categorías de visas de no inmigrante, como permisos de trabajo, y que ya cuenten con un registro de llegada/salida I-94, podrían estar exentos de este procedimiento adicional.
Aunque el nivel general de riesgo para viajar a Estados Unidos no ha cambiado, las autoridades canadienses han actualizado su aviso de viaje para incluir estas nuevas disposiciones. Asuntos Globales de Canadá informó que estas medidas buscan garantizar un mayor control sobre las estancias prolongadas de extranjeros en territorio estadounidense.

El endurecimiento de las normas migratorias y el aumento del escrutinio en las fronteras han generado inquietud entre los viajeros y los expertos en inmigración. Según explicó la abogada de inmigración Heather Segal, la percepción de la privacidad personal en las fronteras de Estados Unidos ha cambiado de manera significativa, lo que exponen a los viajeros a inspecciones más invasivas y la recopilación de datos personales.
El impacto de estas medidas podría ser significativo para los ciudadanos canadienses que frecuentemente cruzan la frontera hacia Estados Unidos, ya sea por motivos laborales, turísticos o familiares. La necesidad de registrarse ante el USCIS y la recomendación de utilizar teléfonos desechables podrían representar un cambio en la forma en que los viajeros planifican sus desplazamientos.
Ante este panorama, los expertos en inmigración sugieren que los viajeros canadienses se informen adecuadamente sobre los nuevos requisitos y tomen las precauciones necesarias para proteger su privacidad. es importante que los ciudadanos cumplan con las normativas vigentes y se aseguren de registrar su estancia si planean permanecer en Estados Unidos por más de 30 días.
Aunque a menudo se les asocia con actividades delictivas por su uso en operaciones encubiertas o tráfico ilegal, los teléfonos desechables también son utilizados legítimamente por periodistas, defensores de derechos humanos, activistas o viajeros internacionales que desean mantener sus comunicaciones separadas del resto de su vida digital. Para estos usuarios, el teléfono quemador representa una herramienta de autoprotección frente a la vigilancia, el rastreo de datos o posibles filtraciones.