A pedido del dictador Raúl Castro, 440 diputados afectos al régimen de Cuba aprobaron de forma unánime una nueva reforma constitucional que pone fin a la edad límite de 60 años para los candidatos presidenciales.
En 2019, el régimen de Cuba aprobó una nueva Constitución que incluyó una reforma significativa respecto a la edad para ser presidente, propuesta también realizada por Raúl Castro. Anteriormente, la Constitución establecía un límite máximo de 60 años para ser electo para un primer período presidencial. Sin embargo, la reforma de 2019 eliminó este límite máximo de edad, aunque mantuvo la edad mínima de 35 años.
Raúl Castro fue una figura clave en la propuesta y aprobación de estas reformas constitucionales, buscando asegurar una transición generacional del comunismo en la isla.
Perpetuar la dictadura
Los 22 diputados que no aprobaron la reforma estaban ausentes por razones diversas, por lo que el resultado de la votación fue unánime, toda vez que los 440 legisladores presentes votaron afirmativamente, de manera nominal (a viva voz).
La reforma, que ya fue aprobada por el Consejo de Estado y el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, fue impulsada personalmente por Raúl Castro, indicó Cubadebate, lo que hace aún más evidente que se trata de una estrategia para que la edad no sea un impedimento para, una vez termine el periodo de Miguel Díaz-Canel, colocar en el cargo de presidente a alguien de máxima confianza para la nomenclatura del régimen. Esta reforma constitucional permite conjeturar, además, que ya Castro tiene un nombre para sustituir, cuando toque, a Díaz-Canel, reseña Diario de Cuba.
El presidente del Parlamento, Esteban Lazo, justificó el cambio a partir del "marcado envejecimiento poblacional" de la Isla. "En consecuencia, es necesario no limitar la posibilidad de elegir a personas que, cumpliendo con los requisitos establecidos, puedan asumir el cargo, siendo esto más conveniente para la Revolución y contribuyendo al fortalecimiento de la institucionalidad y la preservación del proceso revolucionario", dijo, lo que eleva las sospechas de que el hombre confiable ya está elegido.
Lazo dijo, además, el límite de los 60 años como edad máxima para ser electo en el cargo por primera vez fue establecido por Raúl Castro durante la redacción de la Constitución, "en una propuesta fundada en su experiencia personal y en lo que consideró más recomendable en aquel momento", dijo Lazo, lo que deja entrever que, si Castro lo puso, Castro lo quita.
"Con ello, se busca no limitar que personas en pleno ejercicio de sus facultades físicas y mentales, con una edad superior a los 60 años y que hayan demostrado fidelidad a la Revolución, compromiso con sus ideales y trayectoria revolucionaria, puedan ser elegidas para tan altas responsabilidades", agregó Lazo.
"Esta reforma no conlleva ratificación mediante referendo, pues no se trata de las atribuciones ni del período de mandato del presidente de la República, como establece el artículo 228 de la carta magna", aclaró Lazo y sostuvo que "es una propuesta de alto significado político para el presente y el futuro de la nación".
Al hilo de esta reforma, y sin esconder las evidentes suspicacias, el economista Pedro Monreal se preguntó en su perfil de X: "¿Maquinación disfrazada de reforma constitucional?". La reforma hace evidente, una vez más, que la nomenclatura del régimen maneja a su antojo las leyes de la República para hacer en cada momento lo que ellos y solo ellos deciden y maquillarlo con un sustento legal que está al servicio del reparto del poder entre los cada vez más avejentados decisores reales cubanos. Así, 'seguimos gobernados por una gerontocracia inepta y corrupta', opinó la intelectual Alina Bárbara López Hernández.
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FUENTE: Redacción/ Diario de Cuba